Natural de Bonete. De profesión transportista.Emigró a Alicante por motivos de trabajo y vivió allí durante muchos años.En la actualidad está jubilado y vive en Bonete, que es dónde siempre ha querido vivir.
Fecha de entrevista: 06/02/2015
¿Cuándo nació y dónde?
Soy Pedro Delegido Cantos. Nací el 7 de Febrero de 1937. Hijo de Antonio y Mª Isabel. Con dos hermanas, una mayor que yo que se llama Trinidad, y una menor que se llama Isabel.
¿Nació usted en Bonete?
Sí
Y sus padres también?
Sí
Hábleme de su infancia. ¿Qué recuerdos tiene?
Mi padre era agricultor y yo estuve yendo a la escuela hasta los 12 ó 13 años porque después ya tuve que ayudarle en el campo. Y entonces en el invierno, como durante el verano no podía ir al colegio, me iba por la noche porque había unos señores que daban clase un par de horas. Iba todas las noches. Bueno… todas las noches no, que había algunas que me quedaba por las esquinas a ver si veía a las amigas.
Porque aquí entonces no había agua potable y había que ir a la fuente. Había tres o cuatro fuentes. Y las muchachicas cogían el botijo, que igual lo tenían lleno, pero lo vaciaban para ir a la fuente y nosotros las estábamos esperando allí y entonces hablábamos.
¿Y cómo era la escuela a la que usted iba?
La escuela es el mismo edifico que hay. Entonces nada más que había dos aulas: una para las chicas y otra para los chicos. Y había un maestro y una maestra. El maestro se llamaba Don Entropio y la maestra Doña Pilar. Que estuvieron los dos muchísimos años, por lo menos 20 ó 30 años.
¿Y cómo era la vida en la familia?
Bien. Mucho dinero no había porque en aquella época había poco dinero, pero para comer sí que había. Mi padre era agricultor y teníamos un par de mulas y cogíamos trigo, cebada…Engordábamos dos gorrinos y después se hacía la matanza. Y el hambre, que en el pueblo ¡había mucho!, en mi casa no se pasó. Me acuerdo que mi madre me daba pringue (el aceite cuando se fríe que se queda helado), pues en un trozo de pan, lo untaba como si te echaras mermelada, y no me dejaba salir a la calle por si me lo quitaban.
¿Las tierras eran de su padre o trabajaba para otra persona?
No, trabajaba a renta. Ya cuando tendría yo quince años pusimos una viña. Que para plantar viñas hay que hacer hoyos y eso es muy costoso. Y mi padre iba un día a hacer hoyos y yo me iba con la mula a labrar, y al día siguiente, se iba él con la mula yo hacía hoyos. Nos turnábamos porque hacer hoyos era mucho más cansado. Y así pusimos 12.000 cepas.
¿Y usted cuando trabaja con su padre cobraba un jornal?
Noo, nada, nada, nada. Yo estuve con mi padre en mi casa hasta que me fui e la mili, pero de jornal nada.
Cuando me fui a la mili, al volver, como yo tenía dos tíos que vivían en Alicante que eran conductores, me fui a Alicante, me saqué el carnet y me metí de chófer.
¿Le sirvió para algo la mili?
Pues no, lo que se dice valer, pues no. Estuve dos años porque tuve la suerte de que me tocó a Marina. Los demás estaban 18 meses y yo tuve que estar 24 meses. Y la mili pues normal y corriente. No me aportó nada.
Estuvo usted en Bonete aquí hasta que se fue a hacer la mili, hasta entonces qué recuerda de cómo se vivía.
Hasta que tuve 15 ó 16 años... El hambre yo no lo conocí, no comíamos carne todos los días, pero en mi casa nunca faltó el pan y el cerdo. Pero en Bonete había mucha hambre.
Y los habitantes de Bonete que emigraron a Elda, a qué se dedicaban?
A lo que podían. En Elda sobre todo a los zapatos. A las fábricas.
Cuando usted se fue a Alicante y se instaló allí, ¿usted siguió manteniendo el vínculo con su pueblo?
Claro! Yo tenía aquí mi novia. Me fui de soltero con 22 años a la mili y volví con 24, y luego fue cuando me fui de chófer pero ya tenía aquí a la novia.
¿Se fue con usted?
No, no, no… Cómo tocábamos mucho Madrid yo pasaba por Bonete día sí y día no. Y daba la casualidad que tenía a la novia pegada a la carretera. Venía a mi casa y cenaba, pero ya había visto a mi novia. Pero luego teníamos que continuar a Madrid, que transportábamos plátanos.
¿ Y cuando se casó ¿dónde fijaron su residencia?
Aquí, porque me apunté a un piso y hasta que no me lo dieron no me pude ir a Alicante. Viví aquí ya casado pues unos dos años y luego ya me trasladé a Alicante con mi mujer. Cuando me fui de aquí ya tenía yo a mi hija, que tenía un año y medio o así, y aún estuve un año más haciendo la ruta. Pero cuando nació el chiquillo, dejé la ruta, me cambié de empresa y me quedé en Alicante, y podía ir a mediodía a comer a casa y a dormir. Porque antes se quedaba mi mujer sola con los hijos, pero entonces cambié de vida.
¿Cuándo venían a Bonete?
Pues casi todos los domingos.
Cuando eran jóvenes ¿cómo se divertían?
Pues yendo al baile, al bar a echar la partida... Aquí llegábamos y había un local para el baile y un cine, no había otra cosa. Pero así los jovenarios como yo, nos íbamos al bar antes del baile, que empezaba a las 7 o así. Y hacíamos una cuerva. Nos metíamos por allí en algún reservado porque me gustaba mucho cantar, yo cantaba muy bien flamenco. Nos divertíamos un poco allí y después nos íbamos al baile. El que tenía novia con la novia y el que no pues sólo.
Había tres filas de bancos. En la primera se ponían las chavalas que no tenían novio; en la segunda, los novios ya; y en la tercera, las guardianas, las que iban solamente a cotorrear allí, las viejas.
En aquel entonces la luz eléctrica venía de Higueruela y nada más se movía el aire y se caía un palo nos quedábamos sin luz. En el local del baile había un farolillo que estaba en el medio y nos íbamos cerca de él con las muchachas porque allí las viejas del fondo no te veían.
¿Qué fiestas y tradiciones se conservan?
Han cambiado muy poco. El baile y las procesiones. No había otra cosa. Ahora como se vive mejor, hay más concursos y otras cosas…
¿Sigue habiendo cine?
No. Ahora está la discoteca y si hubiera cine no iría nadie.
¿Cómo es la gente de Bonete? Cómo es su carácter?
Pues yo qué sé! Yo no tengo queja de nadie, yo me llevo bien con todo el mundo.
¿ Pero las relaciones vecinales en el pueblo han sido buenas? Le pregunto esto porque hay lugares en los que los enfrentamientos en la guerra dejaron mella
Hay de todo. Mi padre era socialista y en la guerra, pues lo que pasaba: Cuando estaba el comunismo era el que se metía contra los demás, y cuando llegó la dictadura pues era la que mandaba. Mi padre contaba de un muy amigo suyo que era falangista. Y cuando terminó la guerra hubo aquí falangistas que iban a las casas a por las personas y se las llevaban a Almansa. Y llegó a mi casa un falangista compañero del amigo de mi padre, que también iba, y dijo que se lo llevaba para Almansa. Y el amigo de mi padre dijo que para llevárselo tenían que llevárselo primero a él por delante.
¿En qué momento cree usted que en Bonete se produjo una transformación importante?
Pues allá por el 58 ó 60. Cuando la gente emigró a Elda.
Y a nivel de servicios, por ejemplo cuándo alguien estaba enfermo, ¿había médico?
Aquí el médico no ha faltado. Se le llamaba y venía a la casa.Y también había una señora que hacía de comadrona, que de estudios ninguno.
¿Y cuándo empezó el pueblo a dotarse de otros servicios?
Hubo un señor que puso una fábrica de zapatos y eso ayudo mucho. Porque en muchas casa hasta entonces sólo entraba el jornal del padre. Pero cuando abrieron la fábrica, pues el que tenía dos o tres hijos se emplearon todos. De trabajar el padre sólo, a entrar tres o cuatro sueldos hubo un cambio muy brusco. De estar como quien dice casi pasando hambre a elevarse.
¿Hubo más fábricas?
Sí, pusieron dos o tres. Entonces no había parados, toda la gente joven estaba trabajando.
¿Y la gente que se marchó, regresó al pueblo?
Qué va, nada, nada, nada…la mayoría de los que se fueron a Elda se quedaron allí porque se vivía muy bien. Claro, la familia que se fue de aquí y llevaba cuatro o cinco o seis hijos, y al llegar así se emplearon tres o cuatro, pues fue un cambio muy brusco
¿Y ahora la gente de qué vive en Bonete?
Sigue viviendo de la Agricultura. Las fábricas de zapatos quedan una o dos que cualquier día igual cierran
¿Algún personaje peculiar en el pueblo? ¿Alguna persona que recuerde con cariño?
Lo que se dice personajes…Aquí los personajes siempre han sido el cura, el comandante de puesto y el alcalde. Los que mandaban. Y el alcalde era uno cualquiera
¿Quién tiene una calle con su nombre en el pueblo?
Los dos maestros Don Entropio y Doña Pilar. Y Doña Nicereta, otra maestra, que tiene una plaza. Y el médico, Don Julián.
¿Qué consejo le daría usted a los jóvenes?
Que se dieran un poco de más cuenta de la vida y que cambiaran el sistema que llevan. No se dan cuenta de lo que tienen. Hay algunos que no piensan ni en trabajar y después obligar a los padres. Cuando yo era joven, me retiraba del baile en verano y para poder ir a los bancales que estaban a hora y media del pueblo, me estaba esperando mi padre, me cambiaba de ropa, me subía al carro, me tapaba con una manta, y al bancal. Ahora, a la hora que nosotros nos retirábamos es cuando ellos empiezan. Yo me iba al baile, pero a la hora que mi padre me tocaba, dejaba el baile. Nunca he recibido una bronca de padre. A mi hermana mayor sin embargo la llevaba mártir con los horarios.
Hoy en día ¡cómo se van a ir a trabajar por la mañana si han empezado a la 1 o a las 2 de la mañana la marcha! Y ya no sólo hasta el culo de bebidas, que dicen, sino de lo demás también. Antes de lo demás entonces no había. Nosotros no teníamos mayor diversión que una cuerva: vino, azúcar y unos trocicos de limón o de melocotón. Hoy en día no piensan en nada, nada más que en divertirse y se divierten de aquella manera.
¿Y cómo ve el porvenir?
Muy feo, muy feo…. Algunos jóvenes se están yendo a Montealegre. Es curioso que este pueblo con lo bien situado que está, con la estación, al lado de la carretera, es un pueblo sin iniciativa ninguna.
Aquí ha venido gente a poner fábricas y no sé qué es lo que ha pasado que no las han puesto. Y sin embargo tienes Montealegre que han montado fábricas de sofás y de todo. Esto es un pueblo sin iniciativa, yo no me pensaba que en Bonete la gente era así. Hay mucha envidia y mucha malicia. Montealegre está aislado, no tiene estación, y sin embargo allí se vive mucho mejor, hay más dinero, porque ha habido más industria.
Dígame algo bonito de Bonete. Algún paraje… ¿Qué tiene Bonete que no tenga otro pueblo?
Pues aquí parajes no hay ninguno. No tenemos más que donde se celebra la romería de San Isidro, que el ayuntamiento hizo una casa y demás… Tenemos un cerro que se llama el Amarejo, que ahí han cavado mucho los ecologistas. Pero parque natural, ninguno, tenemos el monte donde vamos a cazar.
No hemos conseguido que nos cante usted un poco de flamenco
Te voy a decir otra cosa. Las ganas de cantar ee me fueron las ganas de cantar porque se me fue lo que más quería. A mi madre también la quería, pero no es lo mismo el cariño de la madre que el de la mujer.
¿Que tengo que seguir viviendo? Pues sí. Ahora tengo otra pareja, pero cada día me acuerdo de lo que me tengo que acordar porque yo fui muy feliz con mi mujer, pero me la quitaron.
Bueno pero usted ha rehecho su vida...
Ya, pero ese hueco no hay mujer, no hay cemento ni yeso que me tape ese agujero. Y sí, tengo una mujer y tengo que seguri viviendo, pero de aquella manera.